El Evangelio de este Domingo va a ser muy comentado en toda nuestra América, y es muy posible que no se haga con la verdadera perspectiva de la Palabra de Dios.
Porque hemos de decir, desde el primer momento, que el mensaje de Jesús en la famosa parábola del rico Epulón y del pobre Lázaro no tiene ningún carácter sociopolítico, sino que es una llamada a la conversión de todos, ricos y pobres, para saber dar al dinero su justo valor, de modo que no nos atrape a ninguno en sus redes.
En el Domingo anterior nos presentaba Jesús a un administrador sagaz, muy espabilado para ganar dinero, y nos decía:
– ¡A ser todos así! Listos para entrar en el Cielo con los pobres, porque ellos son quienes les abren la puerta si han sabido antes ayudarlos a ellos en su necesidad…