Dios

¡Dios lo sabe!

9. septiembre 2020 | Por | Categoria: Dios

Nuestros pueblos creyentes tienen en su lenguaje esta expresión que no se les cae de los labios: Dios lo sabe… Y con estas dos palabras —¡Dios lo sabe!— hacen la profesión de fe en un atributo divino que, si es una glorificación grande de Dios, es también para nosotros una fuente de seguridad, de esperanza, de paz. Es un juramento discreto, a la vez que firme, con el cual nuestra gente confiesa…



¡Somos de Dios!

2. septiembre 2020 | Por | Categoria: Dios

San Pablo tiene unas palabras que nos hacen pensar mucho, y que son tan alentadoras:
– ¡Todas las cosas son vuestras! Pero vosotros sois de Cristo, y Cristo es de Dios (1Corintios 3,21-23)
A la luz de estas palabras, vemos que somos inmensamente ricos y, a la vez, inmensamente pobres.
Ricos, porque Dios pone todo en nuestras manos…



¡Si, ahí está Dios!

26. agosto 2020 | Por | Categoria: Dios

Siempre que hablamos de Dios lo hacemos con un gran amor —no digamos ya con un gran respeto—, y siempre tratamos de crecer en la fe, en la confianza y en el amor de ese Dios que nos ama y que nos espera.
Cualquiera diría que esto es muy fácil, y, sin embargo, todos tenemos la experiencia —porque lo oímos mil veces— de que muchos, cuando sufren algo que les parece injusto, tienen miedo a Dios y dudan de todo: dudan de que Dios exista, dudan de que les ame, y dudan de que Dios les reserve algún bien, y se preguntan…



La morada de Dios

19. agosto 2020 | Por | Categoria: Dios

Si abrimos el primer libro de la Biblia, el Génesis, y el último de todos, el Apocalipsis, nos encontramos con un Dios que nos quiere tanto, tanto, que se empeña en vivir en intimidad con nosotros, dentro de una misma casa, dentro de un mismo hogar.

En el principio vemos a Jacob que contempla el cielo inmenso donde mora Dios, y ve cómo los ángeles van subiendo y bajando por una escalera que se pierde entre las estrellas. Para el Génesis (28,10-22), Dios tiene su casa en el cielo altísimo.
Pero el Apocalipsis, al final de la Biblia, nos completa aquella visión primera. El ángel gritaba entusiasmado con voz poderosa, cuando vio a la Iglesia bajar del cielo toda resplandeciente…