El Espíritu Santo en mí
21. febrero 2024 | Por Padre Pedro Garcia | Categoria: GraciaUn himno de la Iglesia se dirige al Espíritu Santo y le llama tiernamente: ¡Dulce Huésped del alma! ¿Sabríamos adivinar los tesoros de bondad y riqueza que entraña esta palabra, Huésped, cuando se la decimos al Espíritu Santo?
El Espíritu Santo no es un simple visitante, que viene a vernos, se pasa un rato con nosotros, nos entretiene amablemente, y se marcha pronto porque no quiere ser una molestia. No, el Espíritu Santo no es así. El Espíritu Santo ha llamado a nuestra puerta y se ha autoinvitado:
– ¿Me abres? ¿Tienes inconveniente en que me hospede en tu casa? ¿Me admitirías, si te digo que me quiero quedar contigo aquí para hacerte compañía?…