Maria

Ese “¡Dichosa!” tan extraño…

13. julio 2020 | Por | Categoria: Maria

Hablando del Magníficat, el canto de la Virgen en el Evangelio, un escritor católico moderno muy conocido llama “aparentemente insensata” a la profecía aquella: “¡Me van a llamar dichosa, feliz, bienaventurada todas las generaciones”. Estas palabras las decía una muchachita de unos catorce o quince años, campesina, aldeana, de un despreciable rincón del Imperio Romano (Messori)
No, no es eso una profecía “aparentemente” insensata, sino “desconcertante del todo” si no metemos en esas palabras al Espíritu Santo. Pero fue el Espíritu quien puso tal afirmación en labios de aquella jovencita madre, las transmitió en la primitiva Iglesia y las inspiró a Lucas cuando escribía su Evangelio…



Un ¡Alégrate! definitivo

6. julio 2020 | Por | Categoria: Maria

“¡Alégrate, María!”… Ya vemos con qué palabra y con qué nombre empieza la segunda parte de la historia del mundo. Palabra y nombre que los decía un ángel, pero de parte de Dios. Empezaba a brillar el primer rayo de luz en medio de las tinieblas metidas por Satanás en el paraíso. Poco a poco va a ir creciendo el día, hasta que con la Resurrección de Jesucristo se manifieste el Sol en todo su esplendor y, ya sin ocaso, se perpetúe en la eternidad su luz indeficiente…



La Virgen que nos visita

29. junio 2020 | Por | Categoria: Maria

En una de aquellas peregrinaciones de la Virgen de Fátima por los países de Europa, acabada la Segunda Guerra Mundial, llega la bendita imagen a una gran capital. Conversiones sin cuento, muchos milagros también, y llamadas de la Virgen desconcertantes. Una entre tantas. Aquella chica, buena cristiana, le dice contenta a su novio…



Guadalupe

22. junio 2020 | Por | Categoria: Maria

María es “La Estrella de la Evangelización” de América, y el punto del cielo donde aparece más radiante es el Tepeyac: ¡La Virgen de Guadalupe!
La fe católica de México no se explica si le quitamos su Virgen guadalupana. Pero la influencia de la célebre aparición se extiende, y cada vez más, a toda nuestra América, que cifra sus esperanzas cristianas en la que, desde un principio, fue la sostenedora de su fe, esa Virgen cuyo “recuerdo permanente es su rostro materno y su imagen bendita, que nos dejó como inestimable regalo”, decía el Papa Juan Pablo II…