Nuestra Fe

¡Retirémonos un rato!

21. abril 2020 | Por | Categoria: Nuestra Fe

Estamos hechos a llamar convertidos a esos hombres y mujeres que han vivido siempre alejadísimos de Dios con una vida desordenada, y pocas veces pensamos en la conversión de los buenos, es decir, de esos que, siendo ya buenos —como nos creemos nosotros—, dan un vuelco tal en su vida que se vuelven unos santos. Lo digo a propósito del caso que leo en una revista…



Las lágrimas benditas

14. abril 2020 | Por | Categoria: Nuestra Fe

Liturgia de las Horas comienza con estas palabras lastimeras:
– Llorando los pecados – tu pueblo está, Señor. – Vuélvenos tu mirada, – y danos tu perdón.
Y nos vienen ganas de preguntarnos: Pero, ¿por qué tenemos que llorar? ¿No caemos en una contradicción, pues decimos que tenemos que estar siempre alegres?
Sin embargo, ese himno responde a una realidad del pueblo cristiano, copiada del pueblo judío y practicada por el mismo Jesús.

El pueblo ha sabido hacer penitencia. Desde que, al leer el Evangelio, ha visto a Jesús pasarse cuarenta días sin comer ni beber, habitando entre las fieras en aquella soledad de la montaña, ese pueblo nuestro ha aprendido a imponerse sacrificios que manifiesten a Dios el dolor del corazón…



El mundo de los Angeles

7. abril 2020 | Por | Categoria: Nuestra Fe

Cuando recitamos el Credo decimos de buenas a primeras que Dios es el Creador de todo lo visible e invisible. ¿Qué significa esta palabra invisible? Es indiscutible que, desde el principio, la Iglesia quiso significar con esta expresión el mundo de los Angeles, esas criaturas celestiales que llenan, sin que nosotros las veamos, los espacios inmensos y que son un espectáculo sin igual en la gloria de Dios…



Hasta el Domingo final

31. marzo 2020 | Por | Categoria: Nuestra Fe

No es la primera vez, ni será seguramente la última, que en nuestros mensajes hablamos del Domingo, del Día del Señor. Y lo hacemos, naturalmente, con una gran convicción a la vez que con un gran gusto. Todo lo que es el domingo podríamos verlo plasmado en esa canción con que muchas veces iniciamos la celebración de la Misa:
– Vienen con alegría, Señor, cantando vienen con alegría, Señor, los que caminan por la vida, Señor, sembrando tu paz y amor.
Porque el domingo se resume en esto: en ser el día de la alegría. Alegría en Dios y ante Dios. Alegría en el seno del hogar. Alegría en nuestro círculo social. Alegría en la esperanza de nuestra fe. Alegría en todo lo que el domingo nos ofrece y nos brinda…