Reflexiones

La seriedad de nuestra fe

16. agosto 2013 | Por | Categoria: Reflexiones

Un día el conferenciante se propuso hablarnos de la seriedad de nuestra fe, y, sin embargo, comenzó con un cuento la mar de divertido. Un cuento que lo han presentado tan real, que hasta le han dado nombres, lugar y fecha con toda exactitud. Aquí omitimos ahora esos detalles, y colocamos sin más al protagonista en aquel monasterio de religiosos muy entregados a Dios…



A lo seguro…

9. agosto 2013 | Por | Categoria: Reflexiones

Leyendo un poco de literatura clásica, me he encontrado con dos pensamientos de los mayores exponentes de las letras alemanas e inglesas. Los dos grandes poetas vienen a decir lo mismo.
El alemán asegura: Estar sin Dios es estar sin ancla, estar sin apoyo, sin fuerza estabilizadora en las tempestades de la vida (Schieller)
El inglés, dice por su parte: Estar sin Dios es vivir en todo momento a un paso del naufragio (Milton)
En nuestra lengua española, esto lo traducimos en un refrán muy popular: Si quieres aprender a rezar, métete en la mar. Porque verse a merced de las olas en la mar bravía, cuando no se ve ya ninguna esperanza, lleva a todos, hasta al más incrédulo, a agarrarse al único asidero, que es Dios…



Un corazón grande…

2. agosto 2013 | Por | Categoria: Reflexiones

Hoy he amanecido tatareando, y no sé por qué, esa canción que muchas veces alegra nuestras celebraciones: “Danos un corazón grande para amar”… Y me he dicho: ¿Y por qué no puede ser éste el tema que hoy ocupe nuestra atención? Y así, vamos a hablar de esto, de la magnanimidad, que quiere decir: el alma grande, el alma que vuela por los cielos espaciosos, el alma generosa, el alma espléndida, el alma que da y se da.

Es curioso lo ocurrido al rey Felipe II, aquel monarca en cuyos dominios no se ponía el sol. Hombre muy serio y severo, con muy poco sentido del humor, tenía sin embargo un gran corazón, y lo demostró bien un día…



Fe contra incredulidad

26. julio 2013 | Por | Categoria: Reflexiones

Muchas veces hablamos de la incredulidad, del ateísmo, del materialismo, del abandono de Dios en que la sociedad moderna quiere sumergirse, y esto nos puede llevar a pensar que todo está perdido o poco menos. Y no es así. En medio de las tinieblas de la infidelidad a Dios brilla potentísima la fe más esplendorosa.

Empezamos por un ejemplo esclarecido de nuestras tierras. Parecía que la República de Ecuador se hundía para siempre en el abismo de la apostasía de Dios. Su insigne Presidente, García Moreno, era el objetivo principal de los enemigos de Dios. Presintiendo él lo que iba a venir, escribía a un amigo muy confidencialmente…