Reflexiones

¿Por dónde nos decidimos?

22. junio 2012 | Por | Categoria: Reflexiones

Hay unas palabras en la Biblia que hacen pensar mucho, sobre todo deberían hacer pensar mucho hoy, cuando nuestra sociedad se ha empeñado en cambiar de rumbos que, por lo visto, no le van a llevar a término muy feliz.
El Salmo primero, que abre ese libro maravilloso de los Salmos y que es como un compendio de lo que van a decir todos esos cantos de Israel, describe los dos caminos por los que se mete toda persona…



¡Pobres los que se burlan!

15. junio 2012 | Por | Categoria: Reflexiones

¿Qué se piensa, qué se dice hoy de Dios por esos que viven alejados de nosotros y que presumen de incrédulos o son indiferentes?… A lo largo de los siglos han cambiado mucho las cosas acerca del modo con que los hombres tratan a Dios. Nosotros, por su gracia, lo amamos, hablamos de Dios siempre con pasión casi divina, y nuestro lenguaje expresa también siempre una reverencia que es verdadera adoración. ¡Lo queremos tanto!…



La fe en nuestros pueblos

8. junio 2012 | Por | Categoria: Reflexiones

¿Se puede —mejor dicho, se debe— fundamentar una República, un Estado, una Nación sobre la Religión? Hecha esta pregunta en otros tiempos dentro de un país católico, hubiera tenido una respuesta inmediata: ¡No! ¡No puede ser! Un Estado debe ser confesional. Debe tener la Religión como su fundamento insustituible. Hoy, ya no hablamos así. Preferimos decir que el Estado respete la Religión, pero que no sea precisamente un Estado confesional…



¡Alárgame la mano!…

1. junio 2012 | Por | Categoria: Reflexiones

No se escucha nunca sin emoción en el Evangelio de Juan la queja del paralítico de la piscina: Señor, no tengo a nadie que me ayude a bajar al agua para ser curado (Juan 5,7). Y el pobre llevaba así treinta y ocho años… Suerte que allí se presentó Jesús y acabó con la miseria de aquel pobre hombre.

Es una historia que se repite cada día. A nuestro alrededor, multitud de personas gimen bajo el peso del dolor físico, moral, espiritual, lo mismo da… Nadie hace caso de ellas. Pero, menos mal si tienen la suerte de encontrarse con Jesús que les sale al encuentro. Ese Jesús que se puede esconder lo mismo en las manos de una señora rica que en el taller de un pobre zapatero…