Reflexiones

Con dos corazones

26. marzo 2010 | Por | Categoria: Reflexiones

Entre tantos males que padece la sociedad moderna existen también unos bienes que nunca antes se habían disfrutado en nuestra civilización. Entre estos bienes destaca el crecimiento, cada vez mayor, de una sensibilidad grande ante los pobres que sufren el mayor de los males como es el hambre, resumen de todas las injusticias. Hay mucho egoísmo, pero también mucha sensibilidad…



La alegría del vivir

19. marzo 2010 | Por | Categoria: Reflexiones

Cantando la alegría del vivir…, hemos oído entonar muchas veces a nuestros jóvenes. Y lo dicen bien. La vida tiene muchas cosas bellas que merecen ser cantadas. Por eso —y miramos ahora la cosa al revés—, resulta antipático sin más el título que, hace bastantes años ya, puso una joven escritora francesa a su libro: Buenos días, tristeza (Françoise Sagan)

No hablamos ni de la novela ni de la escritora, sino sólo del título. ¿Buenos días a la tristeza? ¿Un simple saludo de cortesía a la tristeza?… Ni en broma lo podemos hacer. Porque nosotros no queremos ni buscamos más que alegría para todos. Nosotros gritamos: ¡Viva la alegría! ¡Viva la ilusión!, y así damos el tiro de gracia a ese criminal asesino que corre libre por las calles, que corroe el corazón de muchos…



Los Derechos Humanos

12. marzo 2010 | Por | Categoria: Reflexiones

No resulta nada fácil el querer poner remedio a los males del mundo cuando no se cuenta con Dios expresamente. Es la consecuencia que vamos a sacar al final de este mensaje. A ver si tendremos o no tendremos razón… En la Edad Moderna hemos tenido que lamentar muchos males. Las tragedias que ha padecido la Humanidad en nuestros días no tienen cuento. Sin embargo, tanta desgracia ha ido despertando en los hombres unas ansias incontenibles de paz, de justicia, de respeto mutuo, de bienestar para todos y no solamente para unos pocos privilegiados…



¡Viva el Trabajo!

5. marzo 2010 | Por | Categoria: Reflexiones

Hoy se me ha ocurrido hablar sobre el Trabajo. Es extraño que a estas horas no le hayamos dedicado todavía ninguno de nuestros mensajes expresamente, aunque la virtud de la laboriosidad haya salido varias veces en ellos, como algo fundamental de la virtud cristiana. Es posible que hasta ahora no haya salido mucho, pero les aseguro que nuestro Programa le va a hacer honor al Trabajo, pues no hay duda de que es de suma importancia dentro de nuestra vida, toda ella impregnada de fe. Y estas notas escritas, que tengo delante, las he titulado así: ¡Viva el Trabajo! Y Trabajo lo he escrito con mayúscula bien solemne, aunque los gramáticos me digan que Trabajo es un nombre común y que debe ir con minúscula…La palabra será todo lo común que queramos, pero el Trabajo es cosa sagrada y se merece muy de sobras una mayúscula con el tipo más elegante…