Sin detenerse nunca
20. junio 2014 | Por Padre Pedro Garcia | Categoria: ReflexionesEs interesante la historia de Clement, un convertido francés. Militar de alta graduación, residía en Argelia, la colonia francesa del África. La crucecita que llevaba en el pecho iba a jugar un gran papel en su vida. Se la había colocado su madre: -¿Me prometes, hijo mío, que no te la vas a quitar nunca?… Y el hijo pundonoroso: -Prometido, mamá. A ti te doy mi primera palabra de honor…